El negocio de las cajas de seguridad privadas, por fuera del sistema bancario, crece en la Argentina debido a la escasez de oferta por el lado de los bancos y por el apego de los argentinos al dinero en efectivo y las inversiones por fuera del radar estatal.
Uno de los jugadores del mercado argentino de cajas de seguridad privadas es la empresa Ingot, que nació en 2019, que hoy cuenta con más de 3.500 clientes y cerrará el año 2022 con seis sucursales:
- La casa central, en la avenida Corrientes 629, en el Centro porteño.
- Punta del Este (Uruguay).
- Nordelta.
- Córdoba.
- El barrio porteño de Flores.
- La ciudad de Quilmes, en el sur del Gran Buenos Aires.
Ingot planea abrir cuatro sucursales con cajas de seguridad en el año 2023:
- Parque Leloir, en el oeste del Gran Buenos Aires.
- Mendoza.
- Salta.
- Neuquén.
Cajas de seguridad en la Argentina
Las cajas de seguridad no bancarias son habituales de encontrar en Europa, Asia y EEUU y en países en desarrollo.
Según me informó INGOT en un comunicado, el 50% de las cajas de este tipo en los Estados Unidos están fuera del circuito bancario. Y en el mundo hay más de 2.300 bóvedas robotizadas.
En la Argentina, según INGOT, hay unas 800 mil cajas de seguridad. El 70% de los clientes de esas cajas guarda dinero en efectivo. En cambio, en el mundo el porcentaje mayor está destinado al guardado de materiales como joyas, escrituras, obras de arte, etc.
Un diferencial clave de las cajas de seguridad privadas es la disponibilidad todos los días del año versus el horario bancario, que limita las operaciones por parte del cliente.
Juan Piantoni, director general ejecutivo de INGOT, explicó que por «valores» a resguardar en las cajas de seguridad entienden a «aquellos objetos materiales que para el cliente tienen un valor monetario, económico o sentimental, que de ninguna manera pueden correr riesgo de ser perdidos, robados o destruidos».
Ingot ofrece un sistema tradicional y otro robotizado de cajas de seguridad. También ofrece salas de reuniones para los clientes. Para ingresar al sector de cajas hay que pasar nueve niveles de acceso.
Hay control biométrico de huella dactilar, rostro e iris. Hay instaladas más de 100 cámaras instaladas en las sucursales, y sensores sísmicos y de movimiento. Ingot ofrece cinco tamaños distintos de cajas de seguridad para adecuarse a la necesidad de cada cliente.
La empresa brinda protección frente a hurtos, robos, incendios e inundaciones y las bóvedas tienen una resistencia superior a una bóveda bancaria. Se puede contratar el servicio de cajas de seguridad por períodos de 48 horas, 15 días, uno, tres y seis meses o de forma anual.
La empresa cuenta con una aplicación que resguarda las claves y datos confidenciales de los clientes a través de una bóveda digital integrada al programa.
Mediante la aplicación también se pueden reservar cajas de seguridad y salas de reunión y contactarse con un ejecutivo de cuentas