Punto a punto - 18 de Julio de 2023
En un contexto de tendencia global donde los bancos están cerrando sus cajas de seguridad, hay una gran potencial de crecimiento para este tipo de empresas de resguardo. La mirada de Ingot.
A menos de un año de la apertura en la Ciudad de Córdoba, INGOT, la empresa argentina dedicada al servicio de alquiler de cajas de seguridad privadas, que cuenta con bóvedas tradicionales y automatizadas ya cuenta con más del 70% de ocupación
En un contexto de tendencia global donde los bancos están cerrando sus cajas de seguridad, básicamente porque están volviéndose virtuales, hay una gran potencial de crecimiento para este tipo de empresas de resguardo.
“En INGOT brindamos un servicio de excelencia en resguardo de valores y en Córdoba contamos con un servicio único, ya que hemos sido los primeros en instalar la primer bóveda automatizada de la provincia, con una muy buena recepción por parte de los clientes, ya que les permite operar las 24 hs con la mayor seguridad y tranquilidad”, dice Juan Piantoni, presidente & CEO de INGOT.
INGOT nació en el 2019 y cuenta con 6 sucursales: Casa Central – Av. Corrientes 629, CABA, donde se encuentra la bóveda de arte; Punta del Este, Nordelta, Córdoba, Flores y Quilmes y planea expandirse en el interior en el próximo año, en lugares como Mendoza, Rosario, Salta y Bariloche, entre otros.
“Nuestras bóvedas automatizadas cuentan con toda la seguridad requerida por el usuario: 9 anillos de seguridad durante el proceso que realiza el cliente, que incluye puertas blindadas con sistema de esclusas – cerrojo, molinete de alta seguridad, detector de metales, puertas corredizas y reconocimiento biométrico de huella, rostro e iris, junto a ID y PIN personal. Proceso que demora unos minutos, agilizado con un sistema de turnos que permite que ningún cliente tenga demora para operar o se cruce con otras personas, cuidando así la privacidad y confidencialidad”, asegura Piantoni.
La sede de Córdoba se encuentra en la Av. José María Eguía Zanón 9107 y cuenta con con alrededor de 1000 cajas automatizadas y apunta tanto a residentes como a profesionales que están en la zona. Además cuenta con salas de reuniones para los clientes, un servicio que “está siendo muy solicitado”, destaca Piantoni.
Las bóvedas automatizadas están desarrolladas y fabricadas en Alemania por Gunnebo, pesan 16 toneladas y se fijan a la estructura de la sucursal, tienen sensores sísmicos integrados y están preparadas para ataques con oxicorte, punta de diamante y explosivos. Tienen un grado de certificación de resistencia antirrobo e incendio superior a las bóvedas tradicionales de hormigón reforzados que cuentan las entidades bancarias.