ITWare Latam - 25 de Noviembre de 2024
Por Juan Piantoni, CEO de INGOT y Presidente de CAESACS (Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad).
Durante mi desarrollo profesional, tanto en la industria bancaria como en empresas de alquiler de cajas de seguridad privadas, cada año observo la misma tendencia: a partir de mediados de noviembre, y hasta bien entrado marzo, la demanda de cajas de seguridad crece exponencialmente, llegando a aumentar hasta un 30% cada mes.
Esta “temporada alta” coincide con las vacaciones y las fiestas de fin de año, momentos en los que las familias suelen dejar sus hogares por reuniones con sus seres queridos, viajes y merecidos períodos de descanso. No es casualidad, entonces, que esta época sea una de las preferidas por los delincuentes. Durante las vacaciones, las viviendas quedan vulnerables y vacías, lo que aumenta la probabilidad de robos y entraderas. Frente a este riesgo, muchas personas optan por poner a resguardo sus objetos de valor, documentos importantes y ahorros en cajas de seguridad.
Desde la CAESACS (Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad), celebramos que se tomen decisiones preventivas en momentos de mayor riesgo. Sin embargo, también vemos la importancia de extender esas medidas de seguridad y resguardo a todo el año.
Los fines de semana largos, las vacaciones de invierno y los spring breaks también son pequeñas muestras del mismo comportamiento: el alejarnos de casa pone en evidencia los riesgos de dejar solos nuestros ahorros y bienes de mayor valor. Por eso, buscamos aprovechar esta temporada de alta demanda para generar conciencia sobre las medidas preventivas que garanticen la tranquilidad que debería acompañarnos en forma constante todo el año.
La toma de decisiones preventivas es siempre la mejor respuesta para evitar disgustos, pero también es una forma de minimizar el stress de las urgencias de último momento con un tema tan relevante como el resguardo de los frutos de nuestro esfuerzo: muchos de nuestros clientes llegan muy preocupados después de haber agotado las opciones de cajas de seguridad bancarias -cada vez más escasas por falta de espacio en las sucursales- y, muchas veces, con desconocimiento sobre las opciones privadas de alquiler de cajas de seguridad que solemos tener disponibilidad inmediata.
A través de la Cámara garantizamos servicios que cumplen con estrictos estándares de seguridad BCRA, respaldados por sistemas de protección de última generación y la seguridad jurídica que ampara los contratos de este tipo.
De hecho, el nuevo Código Civil y Comercial Argentino establece claramente los principios de protección y confidencialidad que rigen el servicio de cajas de seguridad. Estas normas refuerzan el valor de la privacidad, confiabilidad y confidencialidad que una caja de seguridad privada ofrece, permitiendo a los usuarios acceder a sus bienes bajo condiciones de ingreso estrictamente controladas y seguras. Este respaldo jurídico es clave para quienes desean la tranquilidad de saber que sus bienes están protegidos por profesionales, en instalaciones adecuadamente preparadas para este fin.
El servicio de cajas de seguridad privadas no sólo tiene como ventaja la disponibilidad inmediata en una sucursal cercana para cada cliente, sino también una flexibilidad mayor en el acceso a los valores resguardados y un nivel mucho más alto de seguridad, gracias a los avances tecnológicos que el sector ha implementado en los últimos años. La privacidad y la adaptabilidad a las necesidades individuales son dos grandes diferenciales de esta modalidad.
Hoy en día, en Argentina hay 14 empresas que brindan el servicio de alquiler de cajas de seguridad privadas y alrededor de 30 sucursales, con una previsión de 6 nuevas aperturas para 2025.
Estamos comprometidos a ofrecer alternativas que brinden, tanto a familias como a profesionales y empresas, la tranquilidad de saber que sus bienes están en buenas manos. Recordemos que el valor de la prevención está en la permanencia y no en la urgencia. La seguridad es un derecho y una tranquilidad que podemos darnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos todo el año.