El nuevo esquema para acceder al dólar oficial dejó afuera a millones de personas que antes compraban el cupo oficial de US$200 mensuales.
Una de las empresas recibió 20% más de consultas después del anuncio del Banco Central que dejó afuera a los hogares que reciben subsidios.
Por: Alina Rosanova
El supercepo a los que reciben subsidios a las tarifas de luz y gas tuvo un efecto colateral. Hizo crecer la demanda de cajas de seguridad. En realidad, los que trabajan en el rubro ya lo saben: con cada nuevo evento de restricciones cambiarias avanzan las consultas y las ventas.
La incertidumbre que se genera con cada torniquete cambiario y la expulsión hacia el mercado blue de dólares apura la necesidad de un lugar en donde dejarlos, explican los jugadores del sector. Una de las empresas recibió un 20% más de consultas después del anuncio del Banco Central que dejó afuera a los hogares que reciben subsidios a las tarifas. Pero entre el colchón y la caja de seguridad hay una diferencia sustancial: el precio que hay que pagar.
Para arrancar, hay que pensar en un presupuesto de entre $5000 y $7000 mensuales en el caso de las cajas extra-bancarias. Ese es el precio para una caja chica con un seguro de unos US$50.000, por ejemplo.
Para Juan Piantoni, de Ingot, hay tres principales factores que explican el crecimiento de la demanda de las extra-bancarias: la incertidumbre y la inseguridad, la menor oferta por parte de algunas entidades bancarias (por cierre de sucursales) y la “mayor cultura de resguardo de valores”.
El diferencial del sector es que permite que los clientes accedan a sus cajas todos los días y a toda hora. Las locaciones son además “atípicas”: por ejemplo en centros comerciales.
Carlos Gesino, de Hausler, explica que el cliente típico -de edad promedio de 40 años- busca resguardar valores con la posibilidad de acceder a su caja en horarios amplios, más extensos de lo que ofrecen los bancos.
La mayoría de los bancos, el entorno más tradicional para las cajas de seguridad, ya no tiene casi disponibilidad.
Además, el sector se está expandiendo hacia lo digital. Gesino explica que la firma tiene cajas especiales para guarda de soportes digitales y hasta guarda de información de criptomonedas.
La mayoría de los bancos, el entorno más tradicional para las cajas de seguridad, ya no tiene casi disponibilidad. Así lo explican desde ICBC: “No hay mayor demanda en estos meses y los niveles de alquiler de cajas están estables. En cuanto a la oferta, está casi la totalidad alquilada”.
Desde otra entidad financiera señalaron que en los últimos meses la demanda estuvo más estable, pero que la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía generó “un salto fuerte”. Claro que todo depende de la zona en la que esté la sucursal (las del centro son las más demandadas) y del tamaño de la caja, porque siempre se buscan las más chicas.